Mírame a los ojos

Mírame a los ojos, solo así conseguiré que te detengas un instante, solo así captaré tu breve atención.

Mírame a los ojos, el paso de tu vida lo reflejan mis retinas. Si preguntas a mis ojos verás un tráiler de los momentos recorridos hasta el día de hoy. No hacen falta palabras, sobran las concesiones. La historia, tu historia y la mía, se refleja en cada señal alrededor de mis globos oculares a punto de convertirse en arrugas.

En ellos veras mi juventud marchándose, mis sueños, mis deseos, mis ilusiones… La búsqueda constante de tu felicidad, de tu progreso, de tu crecimiento.

A veces, cansados de tanta búsqueda…casi siempre para retroceder al mismo punto de partida.

Hijos: promesas de cambio envueltas en dedicación.

Mírame, no veras más que esfuerzo y ruido y color y esperanza y amor…

En cada paso conseguido una dioptría más, en cada palabra un grito de auxilio, en cada dibujo un color: el de tu estado de ánimo.

A punto de abrazar la edad adulta, casi al final de tu niñez, un cuerpo de hombre encerrado en poco más que un niño, yo sigo mirándote, cada día, en la búsqueda de un acontecimiento que no se si nunca ocurrirá…

Alguien me preguntó alguna vez a cerca de ti, y de mí, de nosotros… Hace muchos años que desear tu felicidad era lo único que atrapaba mi realidad, en la confianza que era lo único que podía perseguir en tu constante infelicidad. Como si tu progreso dependiera de mi esfuerzo, de la rutina y de la disciplina. Como si tu crecimiento se sustentara en mis manos y en mis pies… Sin darme cuenta que tu conciencia es sólo tuya, y que ahí no puedo ofrecer como alternativa el cambio.

Mírate a los ojos, y verás quién eres… Si es que tuvieras un interés repentino por saber…

Mírate, en la búsqueda de ti mismo, me encontrarás cerca, no fuera que fallara la conexión a Internet y tuviera que protegerte de tu propia realidad.

Si miras a los míos verás todos los interrogantes que plantean, dudas a cerca de si es esto es suficiente, aquello lo correcto, y lo siguiente lo mejor. Siempre preguntándose la elección de la mejor alternativa frente al día a día una vez que comienza de nuevo el reloj de la actividad diaria. Interrogantes sin resolver en la mayor parte de los casos. Y es que, el manual a seguir nadie tuvo nunca capacidad para redactarlo, y google…se olvidó de nosotros…la enfermedad mental no ofrece posicionamiento SEO.

Mírame, descubre cuánto dolor ha quedado marcado en el recorrido de tu vida en formato de esperanza. Si no lo encuentras, no pasa nada, tampoco sé qué te aportaría averiguar qué significa el esfuerzo por la “normalidad”.

Normalidad: la diferencia entre el desarrollo que se espera y el que realmente se consigue, sólo a base de constancia, de ilusión y de invención de una realidad adaptada.

Miro los tuyos desde hace casi 24 años, intentando comprender cómo puedo atrapar su mirada, su intención, su desarrollo. De los ojos de un niño perdido a los de una madre que miró mientras pudo a través de ellos…

Así que, no me queda mucho más que seguir redactando nuestro propio diccionario, para que cuando la desesperación pretenda instarse en nuestras vidas en formato de rendición, yo disponga del manual que me impide perderme: El GPS que reconduce la ruta, tu ruta…Para que mis ojos sigan buscando el horizonte que nos permite avanzar.

Mirar: un imperativo que comporta un esfuerzo, a veces, inalcanzable.

Ojos: ventanas con las que accedes a una trastienda oscura donde a veces puedes no encontrar el camino de regreso.

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